Monday, October 23, 2006

Ya tengo casa

El sábado me lie con una pelandusca y hoy hemos firmado la hipoteca (a 40 años).
Que no, que es broma.
Parece que he encontrado piso de alquiler para vivir en Salamanca. Y sin buscar.
Lo malo: está un poco donde Cristo dio tres voces, a 5 minutos o así del Óxido, a 11 minutos del Unamuno, a 15 minutos de mi despacho. Autobuses frecuentes.
Lo bueno: Bastantes ventajas:
- una compañera de piso maja (hasta que se demuestre lo contrario)
- 150 euros de renta
- Ponti-biblioteca a tiro de piedra
- piso completamente nuevo (hasta con piscina): vitro, microondas, escritorio (y no de esas camillas de mierda que acostumbran aquí). Es que el piso es de la madre de la chica (amiga de mi madre) y vivía con el hermano, lo que implica que el piso no es para estudiantes sino preparado para que vivan allí personas normales.
- Así adelgazo paseando.
- Está lejos de los bares.

Sunday, October 22, 2006

Vuelta del exilio mexicano...

Antes de tomar el avión sufrí un duro shock viendo hablar a una de las jóvenes recepcionistas de mí ya ex-lugar de trabajo en la UDLAP. La manceba la dice a un chavo (más o menos de su edad) en la recepción:

No puedes estar triste, porque Dios no te ha dado la vida para estar triste,
sino que te ha creado para la alegría.
Casi se me caen los cojones al suelo, pero, en fin, la pena de muerte está prohibida en México y en otra época milité en Amnistía Internacional.... En fin, vayamos al avión.

Desgraciadamente, y tras tener la suerte de esquivar todo tipo de delincuencia en México, en Holanda (escala de mi trayecto), en el aeropuerto de Schiphol sufrí un inesperado robo: 10 euros por unos putos espaguetis. Tras ver que el café valía 3 euros (y evidentemente no tomarlo) desistí de denunciarlo al segurata.

Cuando haces un vuelo y cruzas el charco y si lo haces en el plan que lo hago yo (que más barato y voy agarrado del tren de aterrizaje) descubres personajes curiosos. Personajes que merecen un post.

La azafata

Cuando pagas 1175 euros por un vuelo (más IVA), lo lógico es esperar azafatas de buen ver, no como las de Iberia, coño. No se trata de cuestiones sexistas pero éste es el único criterio que importa en la selección una azafata. Y es que es lógico ¿Cuál debe ser el criterio si no? ¿Qué sepa escanciar la mierda de zumo de naranja que te dan? Para eso no se contratan azafatas sino camareros asturianos. También hay bigardos que hacen la misma función, aunque en KLM no había paridad, ciertamente.
En KLM el personal asistente de vuelo hace lo que debe hacer una azafata de un vuelo de 1.175 euros (más IVA): te preguntan qué quieres de comer, beber o qué necesitas para emborracharte (10 horas de vuelo dan mucho de sí) como si estuvieran ligando contigo. Y lo bueno es que lo hacen las 12 horas del vuelo, sin descanso, que para eso pagas, coño. En Business Class, que pagas 3500 euros por el mismo billete, se dice que hacen espectáculos de variedades y concursos de Miss Azafata Mojada y demás.
Mi compañero de asiento mexicano, un geólogo muy simpático de elevada edad, que tan pronto me hablaba de su militancia en el trotskismo en los 60, de que había que legalizar a los narcos o de sus experiencias en PEMEX (la petrolera pública) corroboraba que había una azafata de muy buen ver. Todo muy intelectual.
Y la azafata de muy buen ver decía:
“¿Le pongo algo, señor?”
Y a uno le daban ganas de decir: “Pues sí, me pone usted bastante y además si me trajera una taza de esa agua sucia de mierda que ustedes en el avión llaman café se lo agradezco”

La pija

Antaño maricastaño ostentaban un nombre compuesto pero las cosas no son lo que solían ser y ahora se lleva más algo corto y directo del tipo Rebecca, Andrea o Stephani (el “ph” en vez de “f” es fundamental) o cualquier otro nombre que no pondrías ni a tu perro. Suele ser de habla hispana y de un país latinoamericano, preferentemente mexicana, argentina o chilena. Puede ir o no maquillada, pero si va pintada, va pintada: va en plan geisha y podrías llevarla a casa, ponerle un kimono y dársela a tu abuela para que la pusiera de adorno al lado del paragüero del hall.
Se caracteriza por llevar a bordo un espejo tipo la madrastra de cenicienta en el que puede ir comprobando, con gran estupor, como su cutis se deteriora a partir de la quinta hora de vuelo. Asimismo lleva todo un estuche con todo un equipo quirúrgico y hasta una UVI móvil que le permite quitarse pelos del entrecejo en medio de las más extremas turbulencias del vuelo.
En el vuelo holandés había pija, pero oye, como la mexicana del vuelo de ida que lloraba llamando por el móvil diciendo que se le había dormido la mano, pocas, de verdad. Todavía hay clases, hasta entre las pijas

El Sueco I

Por sueco vale cualquier cosa parecida, es decir, cualquier fulano oriundo de arriba de los Pirineos, rubio y que te dan ganas de darle una colleja. Se trata de un tipo que se pasa las 10 putas horas de viaje haciendo crucigramas y puesto que es un intelectual, utiliza la luz de lectura sobre el compañero (que suele tener perversos vicios como querer dormir por la noche) en plan interrogatorio de CSI. La versión avanzada (normalmente en el caso de que el sujeto sea nórdico u holandés) es con sudokus en vez de crucigramas. Es el típico sujeto al que se aplica la máxima “si follaras más joderías menos”.

El Sueco II

Las consideraciones acerca de la nacionalidad del sueco I se aplican aquí. Hay gente que para evitar problemas de circulación sanguínea tras 20 horas sentado en un avión se toma una aspirina antes de volar, como yo. Otros no.
El Sueco II se trata del típico peliculero que ha leído sobre trombos, enfisemas y demás historias en los aviones y conoce 149 técnicas distintas para mantener la línea y el tono muscular durante el vuelo y es autor del best-seller Nielsen, Karsten (2006) “Una alternativa al Kamasutra: 1001 posturas para evitar las embolias”. El tipo se caracteriza porque siempre va en asiento de ventanilla y cada 18 minutos exactos hace levantar a sus tres compañeros de asiento para ir al pasillo a hacer sus estiramientos musculares, movimientos circulares con las rodillas, etc.
El borrascas
El borrascas se trata de un individuo que viaja en avión con periodicidad, con la misma periodicidad con la que se emborracha en cenas y reuniones familiares donde, a tenor de las payasadas que hace, se ve que le han reído las bobadas. Ya se sabe, la familia... Desgraciadamente para el resto de los viajeros suele tener la gracia en sus putos cojones. Su hidratación a lo largo del viaje se caracteriza por la ausencia de agua: cubatas, Baileys (aunque yo ahí no puedo hablar mucho), pacharán y demás sustancias constituyen su dieta a bordo.

El Niño alemán

Es una variedad aria de corta edad (a lo sumo 2 años) y por cuestiones como que sus padres no deben tener despertador digital en casa y lo tienen programado o que no pudieron facturarlo con el resto del equipaje (aunque a buen seguro lo intentaron), tiene la sana costumbre de ponerse a llorar en el avión a las 2:48 de la madrugada, justo cuando comienzas a acostumbrarte al esguince cervical provocado por asiento de la clase turista, hacía 15 minutos que habías conseguido dormirte y son horas en las que ya ni el Baileys sirve de mucho. Uno recuerda la película de Jodie Foster del avión y dan ganas de quitarle al niño al alemán y meterlo para la bodega con las maletas, como en la peli. No me extraña que la gente no tenga hijos en Europa.

Italianos

Se caracterizan por ser tan escandalosos como los españoles, no saber idiomas (como los españoles) y ser unos catetos, como los españoles. Pero poseen dos rasgos diferenciados. El primero es que ellos no son conscientes de lo escandalosos, malos con los idiomas y catetos que resultan (parte de los españoles somos conscientes de ello) y se creen que sus chorradas hacen gracia: aplaudir al aterrizar, cantar en un autobús a las 3:35 de la madrugada en pleno Estocolmo (me daban ganas de darles hostias hasta en el cielo del paladar), etc, etc. La segunda diferencia con los españoles es su elegancia y savoir faire, consistente en llevar americana con zapatillas deportivas blancas y comprar ropa de Zara (que las italianas creen que es una marca finlandesa o algo) hecha en Marruecos y Tailandia pero pagada a precio de Armani.
Otro rasgo distintivo es que cuando van en el avión son como los madrileños en Benidorm y tienen que ir hablando, pasándose trastos y jodiendo la marrana los cuatro o cinco que vengan juntos en amor y compañía. Es como las bodas del padrino sólo que en un pasillo de 1,5 m.
Lástima que los hornos crematorios estén en desuso.

El guitarras

El guitarras no es músico de profesión, pero aprendió a tocar la guitarra en clases de solfeo, cuando llevaba gafas de culo de vaso y los demás niños, que jugaban al fútbol y cosas de su edad, lo puteaban hasta el hartazgo en el colegio. Pero el guitarras, cuando llegó al campamento de verano, se dio cuenta de su potencial oculto y de que las niñas (y más tarde las mujeres) son tontas y siempre prefieren al guitarras que al no guitarras (¡ay! cuantos traumas infantiles han causado los guitarras).
Aparte de las coplas del coro de la Iglesia (época oscura que astutamente el guitarras mantiene oculta), el guitarras sólo conoce dos o tres canciones, pero el cabrón las explota hasta la saciedad. Suelen ser canciones hiper-conocidas, en el mejor de los casos composiciones del tipo La Bamba, de José el Francés o de su puta madre.
En la cola para embarcar el hijo de puta despliega todo su potencial, clavándote la guitarra en el bazo, mientras da la chapa a la amiga de turno. Tú no puedes llevar (verídico) una naranja (ya sabéis, la guerra bacteriológica) pero él si la puta guitarra, no te jode.
En el avión, por fortuna, no puede tocar la guitarra, pero a fe digo que las ganas de joder y tocar los cojones las conserva intactas y sobre todo lleva la guitarra al embarcar, lo cual me produce molestias por su mera presencia.

El Duty Free

Desconozco para qué sirve, como gran parte de mi trabajo diario. El duty free está compuesto por productos de carácter absolutamente suntuario e inútil a precios absolutamente prohibitivos: colonia eau d´été (pronunciado (j)o-de-té), corbatas Dante e Tomanti, etc, etc. Descartada la posibilidad de que sean productos para detectar narcotraficantes lavando dinero (suelen preferir el sector de la construcción en España), te queda la opción de si algún día te apetece tirar el dinero y ya puestos a tirarlo pues lo tiras con clase y libre de impuestos.

Tuesday, October 10, 2006

Benemérita

Tengo el chiriguito muy abandonado. Prometo actualizar en condiciones cuando tenga tiempo.

Hoy he dado las primeras charlas en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). En concreto, he ido a una sucursal en Acatzingo de Hidalgo, un pueblo de 10.000 habitantes donde han abierto una sucursal de la BUAP. Es un pueblo muy pobre, con un 70% de la gente que recibe asistencia social y que se dedica a la agricultura. La cara B de la UDLAP (la universidad que estoy), caramba. Un edificio que se caía, pocos medios materiales y chicos hijos de agricultores que serán los primeros universitarios en seis generaciones.
Les hablé a los chicos hora y media y luego repetí el rollo para otra clase (o sea 3 horas sin parar, la garganta destrozada) y más o menos creo que salió bien, aunque varios se me durmieron literalmente (verídico). Luego, atendiendo la petición del amigo que me invitó, les hablé de becas para irse a España a estudiar y de que era posible si estudiaban mucho, y que ellos no eran más tontos ni listos que nadie, etc.
La carencia de medios materiales es tremenda pero los profesores (ninguno doctor, a lo más maestros o licenciados) ponen voluntad y ganas y suplen parte de estas carencias, lo cual no es poco, dada la corrupción generalizada que reina en la universidad pública mexicana.
Me gustó mucho la experiencia. Fue muy enriquecedor y de las cosas que a uno le motivan como profesor.

Ahora mismo sigo currando en un rollo de inmigrantes y sanidad pública en España, averiguando si los inmigrantes utilizan más la sanidad pública que los españoles (como diría el establishment “se aprovechan de la sanidad pública”). Esperaba demostrar que no es así, pero los datos son los datos y voy a tener que concluir que los inmigrantes van más al médico que los españoles. Le he mandado varios borradores a mi jefe en Salamanca con errores y me va a colgar de los huevos (porque tiene que dar una conferencia con este material), de modo que a ver si acabo el puto trabajo de una vez. Me espera una noche toledana. De hecho es la 1 de la mañana y aquí estoy. Pero me gusta mi trabajo. Mucho.

Me quedan 4 días en México. Esto se acaba. Volveremos al mundo sin vida social que tengo en Zamora y Salamanca, del Estatut, de la ley del tabaco y del café vespertino.
El viernes tengo la conferencia gorda en el salón de actos de la biblioteca. Hay carteles con mi nombre por el campus, fotografiaré uno de recuerdo.

Wednesday, October 04, 2006

Japonaka cabrón

No soy racista, pero me queda poco para entrar en el Ku-Kux Clan anti-orientales.
En mi corredor hay un japonés, que es como un fantasma, y veo de semana en semana. No sabes si está o no nunca, como la Evax con alas ultra fina y segura. No se alimenta, no introduce cosas en el frigorífico, no bebe agua, no tiene tazas, ni vasos, ni leche, ni cubiertos (ni siquiera los roba del comedor, como yo). Vamos, un japonés, de pata negra, un japonés cualquiera, un japonés invisible.
Esta noche hace unas horas he visto al hombre del país del sol naciente rondando por el WC. Y me dije: malo, malo. Acabo de ir al baño y vi una puerta cerrada del baño sin nadie dentro. Y un hedor matador que me impedía lavarme los dientes sin arcadas.
Y eso por otras ocasiones precedentes, sólo quiere decir una cosa: el japonaka ha comido comida mexicana (¿¿para qué coño la comes, hijo de puta, si sabes que te sienta mal???). Y eso se traduce en que el hombre del país del sol naciente se ha vaciado vivo literalmente en el retrete, y ha dejado ahí el sol naciente entero, sino todo el sistema solar. Y eso incluye que se el cometa Halley ha dejado su rastro por casi todo el habítaculo donde se halla el retrete. Indescriptible el asco. Y para colmo es de aplicación el pareado: Cagar da gusto, oler da pena, NO SEAS CABRÓN Y TIRA DE LA CADENA.
Pero no queda ahí la cosa. En un acto de valerosidad sin parangón y ante la imposibilidad de llamar a las brigadas medioambientales, contengo la respiración (y las arcadas) y me acerco sin mirar a los ojos a la criatura y con la nariz tapada al lugar del crimen para intentar tirar de la cadena y mitigar la externalidad negativa que el tipo nos dejó... cuando ... cuál es mi estupor que... el cabrón (no tiene otro nombre; bueno sí lo tiene: hijo de puta, cerdo, guarro y puerco) ha atascado el retrete y el agua (que más bien es Cacaolat) comienza a subir y subir y a punto está de desbordarse. Y se ha quedado en el borde, por suerte para mí.
Pobres señoras de la limpieza. Lo que les espera mañana no se paga con dinero. Es para meterle ahí la cabeza y hacele cantar el La-la-la de Massiel al cabrón. Como mínimo.
Como esta noche el tipo haga ademán de levantarse e inutilizar el otro servicio que queda sano, os juro que lo arrojo al jardín, a que haga allí sus deposiciones. No me jodas.
Pros-Tata
Estoy muy agobiado de trabajo por cierto.
Fernando, agradezco tu disertación sobre la burocracia francesa. Mañana la subo como post.
Para quitar el mal sabor (en este caso olor) os dejó aquí una (a mi juicio) bien bonita canción de folklore popular chileno, una de esas raras aficiones que profeso. Una poesía cantada, una mujer y una guitarra. Nada más:
Luego no pongáis caras raras cuando hablo de Violeta Parra.
No pega ni con cola con este post tan asqueroso, pero bueno.
Si no os gusta, pues nada os jodéis... a oir al Bustamierda, la gasolina, Paquito el Chocolate Maker o a Alejandro Sanz cantando sobre la dictadura Cubana desde su embarcadero de Miami con el Guernika Tatuado en un huevo y parte del otro porque no le cabía todo en uno, que tienen un mensaje que te rilas. O el chumba chumba, que cojones.

Monday, October 02, 2006

Miedo escénico

Miedo escénico m. 1. Estado inhibitorio que reduce la efectividad comunicacional e impide el despliegue de las capacidades expresivas potenciales de los afectados, con síntomas como farfulleo, baja voz, tartamudeo, confusión mental, fallas de memoria, etc.


El otro día fui a lo que creí una conferencia solemne en la UDLAP, concretamente en el Salón de Actos del Colegio Gaos. Una sala de esas que impresiona. El rollo lo impartía un directivo del Banco Central de México. Un acto muy solemne lleno de preguntas más o menos tocapelotas de los profesores del departamento de Economía, la mayoría de ellos eruditos economistas con doctorados en USA. Va la prensa y llevan cámaras de video y hacen fotos. Además había también preguntas MUY toca-pelotas de los alumnos para hacer méritos delante de sus profesores. Deseé y me congratulé de no tener que presentar nunca en un foro similar.

Yo teóricamente iba a dar un seminario en esta puta universidad por eso de hacer curriculum y tal y pensaba en el típico acto de departamento donde van apenas cuatro profesores en una sala del departamento y exponiendo con un vaso de café en la mano, como en la Universidad de Salamanca. Algo muy informal, aunque estaba muy preocupado porque además tengo otra conferencia en la Universidad Autónoma de Puebla, que ni he comenzado a preparar.

Cuál es mi sorpresa que la conferencia del otro día era un Seminario como el que voy a dar yo. Es decir, voy a exponer en el mismo sitio y con el mismo público. Me acabo de enterar porque me han dicho los compañeros que estaba mi nombre anunciado en internet y la hostia. Pronto pondrán hasta carteles. Puta madre. Y mandan a la prensa de la universidad y (me) sacan fotos. Creí que me vacilaban. Pero lo peor es que es verdad.
Esto es más de lo que puede soportar mi amor propio y autoestima en su estado actual. El paper que presento es una mierda y la audiencia es demasiado preparada (más que yo de mi propio tema). No me he traído ni camisa y la gente viene encorbatada. Tendré que pedir (o comprar) una camisa al menos o me van a correr a hostias.

¿Más razones para el miedo escénico? A mi connatural pesimismo y exacerbada timidez se une el que mis Presentation Skills se han ido deteriorando con los años en vez de mejorando. Repasemos los últimos precedentes:

- Tordesillas 2005. Encuentro de Latinoamericanistas: Gresca con un demógrafo a cuenta de la privatización de las pensiones.
- Tordesillas 2005. Encuentro de Latinoamericanistas en otra ponencia: casi me pego con una uruguaya. El moderador me tuvo que cortar. Lamentable. Yo estaba fuera de mí y parecía el increíble Hulk (de la mala hostia). Y eso que la tía ni era economista.

Y esto de Tordesillas era en una conferencia de 3ª división y, por tanto, un ambiente más o menos manejable. Prosigamos:

- Estocolmo 2006. Workshop de la ESPAnet. Balbuceando en inglés y pidiendo perdón por mi idioma y respondiendo preguntas a tutiplé de sociólogos (y por tanto preguntas manejables si les respondes tecnicismos que no entiendan). No entendía ni lo que preguntaban y seguí la táctica de decir que todo me parecía muy bien y que Estocolmo en mayo es bonito y soleado y les agradecía la invitación.
- Madrid 2006. Instituto de Estudios Fiscales (Ministerio de Hacienda). Conferencia de altura. En inglés, y me presentaba un tío del Banco de España MUY IMPORTANTE y creí que se me salía el corazón por la boca de nervios. Presentación bien preparada técnicamente aunque me dijeron que no se me oía y que parecía que les estaba pidiendo perdón, mi truco especial para dar pena al auditorio. Por eso quizá no me machacaron en las preguntas.
- Maastricht 2006. Summer School de la MSOG. Prueba de fuego. Intento (siguiendo las instrucciones que me dieron) presentar a la manera gringa (moviéndome y demás por el escenario) y en inglés, con calamitosos (y esperables) resultados: mano en un bolsillo de los nervios, me apoyo en la tarima, tartamudeo, una pava me interrumpe y me jode el ritmo, etc. Y eso que ya iba premeditadamente sin bolígrafos ni reloj para no jugar con ellos. Me hacen preguntas y contesto a otras cosas distintas a lo que me preguntan. Me preguntan por los trabajadores White Collar (trabajadores cualificados o de “cuello blanco”) y Blue Collar (trabajadores manuales o de “cuello azul”) y yo entiendo Black Colour y les contesto que no, que en España no hay negros, que sólo inmigrantes magrebíes. Me graban en vídeo y me lo dan de regalo. Tras 30 segundos de visionado decido destruir el documento multimedia de forma preventiva en el mismo aeropuerto de Bruselas, antes de que me deje el amor propio como el de Kafka o me aficione al masoquismo. Vuelvo autodestruído moralmente.
Tras estas experiencias decido no volver a hacer presentaciones ni delante de mi perro, planteandome incluso dejar de cantar en la ducha la Traviata.

En conclusión, me planteo cruzar la frontera ilegalmente a Estados Unidos cruzando el Río Bravo.