Sunday, October 22, 2006

Vuelta del exilio mexicano...

Antes de tomar el avión sufrí un duro shock viendo hablar a una de las jóvenes recepcionistas de mí ya ex-lugar de trabajo en la UDLAP. La manceba la dice a un chavo (más o menos de su edad) en la recepción:

No puedes estar triste, porque Dios no te ha dado la vida para estar triste,
sino que te ha creado para la alegría.
Casi se me caen los cojones al suelo, pero, en fin, la pena de muerte está prohibida en México y en otra época milité en Amnistía Internacional.... En fin, vayamos al avión.

Desgraciadamente, y tras tener la suerte de esquivar todo tipo de delincuencia en México, en Holanda (escala de mi trayecto), en el aeropuerto de Schiphol sufrí un inesperado robo: 10 euros por unos putos espaguetis. Tras ver que el café valía 3 euros (y evidentemente no tomarlo) desistí de denunciarlo al segurata.

Cuando haces un vuelo y cruzas el charco y si lo haces en el plan que lo hago yo (que más barato y voy agarrado del tren de aterrizaje) descubres personajes curiosos. Personajes que merecen un post.

La azafata

Cuando pagas 1175 euros por un vuelo (más IVA), lo lógico es esperar azafatas de buen ver, no como las de Iberia, coño. No se trata de cuestiones sexistas pero éste es el único criterio que importa en la selección una azafata. Y es que es lógico ¿Cuál debe ser el criterio si no? ¿Qué sepa escanciar la mierda de zumo de naranja que te dan? Para eso no se contratan azafatas sino camareros asturianos. También hay bigardos que hacen la misma función, aunque en KLM no había paridad, ciertamente.
En KLM el personal asistente de vuelo hace lo que debe hacer una azafata de un vuelo de 1.175 euros (más IVA): te preguntan qué quieres de comer, beber o qué necesitas para emborracharte (10 horas de vuelo dan mucho de sí) como si estuvieran ligando contigo. Y lo bueno es que lo hacen las 12 horas del vuelo, sin descanso, que para eso pagas, coño. En Business Class, que pagas 3500 euros por el mismo billete, se dice que hacen espectáculos de variedades y concursos de Miss Azafata Mojada y demás.
Mi compañero de asiento mexicano, un geólogo muy simpático de elevada edad, que tan pronto me hablaba de su militancia en el trotskismo en los 60, de que había que legalizar a los narcos o de sus experiencias en PEMEX (la petrolera pública) corroboraba que había una azafata de muy buen ver. Todo muy intelectual.
Y la azafata de muy buen ver decía:
“¿Le pongo algo, señor?”
Y a uno le daban ganas de decir: “Pues sí, me pone usted bastante y además si me trajera una taza de esa agua sucia de mierda que ustedes en el avión llaman café se lo agradezco”

La pija

Antaño maricastaño ostentaban un nombre compuesto pero las cosas no son lo que solían ser y ahora se lleva más algo corto y directo del tipo Rebecca, Andrea o Stephani (el “ph” en vez de “f” es fundamental) o cualquier otro nombre que no pondrías ni a tu perro. Suele ser de habla hispana y de un país latinoamericano, preferentemente mexicana, argentina o chilena. Puede ir o no maquillada, pero si va pintada, va pintada: va en plan geisha y podrías llevarla a casa, ponerle un kimono y dársela a tu abuela para que la pusiera de adorno al lado del paragüero del hall.
Se caracteriza por llevar a bordo un espejo tipo la madrastra de cenicienta en el que puede ir comprobando, con gran estupor, como su cutis se deteriora a partir de la quinta hora de vuelo. Asimismo lleva todo un estuche con todo un equipo quirúrgico y hasta una UVI móvil que le permite quitarse pelos del entrecejo en medio de las más extremas turbulencias del vuelo.
En el vuelo holandés había pija, pero oye, como la mexicana del vuelo de ida que lloraba llamando por el móvil diciendo que se le había dormido la mano, pocas, de verdad. Todavía hay clases, hasta entre las pijas

El Sueco I

Por sueco vale cualquier cosa parecida, es decir, cualquier fulano oriundo de arriba de los Pirineos, rubio y que te dan ganas de darle una colleja. Se trata de un tipo que se pasa las 10 putas horas de viaje haciendo crucigramas y puesto que es un intelectual, utiliza la luz de lectura sobre el compañero (que suele tener perversos vicios como querer dormir por la noche) en plan interrogatorio de CSI. La versión avanzada (normalmente en el caso de que el sujeto sea nórdico u holandés) es con sudokus en vez de crucigramas. Es el típico sujeto al que se aplica la máxima “si follaras más joderías menos”.

El Sueco II

Las consideraciones acerca de la nacionalidad del sueco I se aplican aquí. Hay gente que para evitar problemas de circulación sanguínea tras 20 horas sentado en un avión se toma una aspirina antes de volar, como yo. Otros no.
El Sueco II se trata del típico peliculero que ha leído sobre trombos, enfisemas y demás historias en los aviones y conoce 149 técnicas distintas para mantener la línea y el tono muscular durante el vuelo y es autor del best-seller Nielsen, Karsten (2006) “Una alternativa al Kamasutra: 1001 posturas para evitar las embolias”. El tipo se caracteriza porque siempre va en asiento de ventanilla y cada 18 minutos exactos hace levantar a sus tres compañeros de asiento para ir al pasillo a hacer sus estiramientos musculares, movimientos circulares con las rodillas, etc.
El borrascas
El borrascas se trata de un individuo que viaja en avión con periodicidad, con la misma periodicidad con la que se emborracha en cenas y reuniones familiares donde, a tenor de las payasadas que hace, se ve que le han reído las bobadas. Ya se sabe, la familia... Desgraciadamente para el resto de los viajeros suele tener la gracia en sus putos cojones. Su hidratación a lo largo del viaje se caracteriza por la ausencia de agua: cubatas, Baileys (aunque yo ahí no puedo hablar mucho), pacharán y demás sustancias constituyen su dieta a bordo.

El Niño alemán

Es una variedad aria de corta edad (a lo sumo 2 años) y por cuestiones como que sus padres no deben tener despertador digital en casa y lo tienen programado o que no pudieron facturarlo con el resto del equipaje (aunque a buen seguro lo intentaron), tiene la sana costumbre de ponerse a llorar en el avión a las 2:48 de la madrugada, justo cuando comienzas a acostumbrarte al esguince cervical provocado por asiento de la clase turista, hacía 15 minutos que habías conseguido dormirte y son horas en las que ya ni el Baileys sirve de mucho. Uno recuerda la película de Jodie Foster del avión y dan ganas de quitarle al niño al alemán y meterlo para la bodega con las maletas, como en la peli. No me extraña que la gente no tenga hijos en Europa.

Italianos

Se caracterizan por ser tan escandalosos como los españoles, no saber idiomas (como los españoles) y ser unos catetos, como los españoles. Pero poseen dos rasgos diferenciados. El primero es que ellos no son conscientes de lo escandalosos, malos con los idiomas y catetos que resultan (parte de los españoles somos conscientes de ello) y se creen que sus chorradas hacen gracia: aplaudir al aterrizar, cantar en un autobús a las 3:35 de la madrugada en pleno Estocolmo (me daban ganas de darles hostias hasta en el cielo del paladar), etc, etc. La segunda diferencia con los españoles es su elegancia y savoir faire, consistente en llevar americana con zapatillas deportivas blancas y comprar ropa de Zara (que las italianas creen que es una marca finlandesa o algo) hecha en Marruecos y Tailandia pero pagada a precio de Armani.
Otro rasgo distintivo es que cuando van en el avión son como los madrileños en Benidorm y tienen que ir hablando, pasándose trastos y jodiendo la marrana los cuatro o cinco que vengan juntos en amor y compañía. Es como las bodas del padrino sólo que en un pasillo de 1,5 m.
Lástima que los hornos crematorios estén en desuso.

El guitarras

El guitarras no es músico de profesión, pero aprendió a tocar la guitarra en clases de solfeo, cuando llevaba gafas de culo de vaso y los demás niños, que jugaban al fútbol y cosas de su edad, lo puteaban hasta el hartazgo en el colegio. Pero el guitarras, cuando llegó al campamento de verano, se dio cuenta de su potencial oculto y de que las niñas (y más tarde las mujeres) son tontas y siempre prefieren al guitarras que al no guitarras (¡ay! cuantos traumas infantiles han causado los guitarras).
Aparte de las coplas del coro de la Iglesia (época oscura que astutamente el guitarras mantiene oculta), el guitarras sólo conoce dos o tres canciones, pero el cabrón las explota hasta la saciedad. Suelen ser canciones hiper-conocidas, en el mejor de los casos composiciones del tipo La Bamba, de José el Francés o de su puta madre.
En la cola para embarcar el hijo de puta despliega todo su potencial, clavándote la guitarra en el bazo, mientras da la chapa a la amiga de turno. Tú no puedes llevar (verídico) una naranja (ya sabéis, la guerra bacteriológica) pero él si la puta guitarra, no te jode.
En el avión, por fortuna, no puede tocar la guitarra, pero a fe digo que las ganas de joder y tocar los cojones las conserva intactas y sobre todo lleva la guitarra al embarcar, lo cual me produce molestias por su mera presencia.

El Duty Free

Desconozco para qué sirve, como gran parte de mi trabajo diario. El duty free está compuesto por productos de carácter absolutamente suntuario e inútil a precios absolutamente prohibitivos: colonia eau d´été (pronunciado (j)o-de-té), corbatas Dante e Tomanti, etc, etc. Descartada la posibilidad de que sean productos para detectar narcotraficantes lavando dinero (suelen preferir el sector de la construcción en España), te queda la opción de si algún día te apetece tirar el dinero y ya puestos a tirarlo pues lo tiras con clase y libre de impuestos.

6 comments:

Chandler said...

Nunca entenderé las duty free: son carísimas.
Lo de los italianos lo corroboro. Pero qué suerte tienes; en mi vuelta de Italia me tocó un viejuno cansino al lado que me tocó los... las narices casi todo el viaje.

Monica Geller said...

Don Ignacio, pienso que debe ser duro ser tu.
Tanta rabia acumulada contra la gente en general,( esa rara manía por los nordicos), tanto estereotipo.
No puede ser bueno para tu karma.
Esas cosas a veces revientan por la culata, recuerda:"No puedes estar triste, porque Dios no te ha dado la vida para estar triste,
sino que te ha creado para la alegría."

El candidato a doctor said...
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Saül Peña said...

Jajaja, hacía tiempo que no me reía tanto con un post... Te pongo en el agregador!

El Mago Frank said...

Debo decir que una amiga me preguntaba por música que debía poner en su iPod y vino a mí el sonido de Colplay en versión caribeña, pero lo queria corroborar, así que decidí consultarlo con Google.com. En fin, me encontré con tu blog y me ha parecido absolutamente entretenido y bastante certero en más de un punto. Soy mexicano y he vivido en España, así que fue muy divertido ver tu punto de vista y ver que lo comparto, en buena medida. Por cierto, justo ahora estoy revisando planes de estudio para masters en el extranjero, así que me gustaría que escribieras más acerca de Essex y las otras universidades que conoces.
Saludos.

Anonymous said...

No tienes ni idea qué es lo que hace falta para ser azafata, muchas compañías no se fijan demasiado en la inteligencia es verdad, pero te aseguro que si hay un incidente o accidente la que te salva tu culo es la azafata, o sea que un poco de respeto, que por pagar un billete de avión no has comprado una esclava, sino un servicio de transporte y punto!