Vajilla y menaje

Ayer en mi excursión se me olvidó comprar varias piezas de vajilla. Evidentemente, la opción de hacer una nueva sesión de trekking al pueblo indígena no me seducía y quedó descartada. En un momento de lucidez recordé las importantes enseñanzas del Gran Maestro de las Tazas Belgas y logré idear un plan rápido y seguro: sustraer menaje del comedor universitario. Ya como un mendigo. De momento, hoy ya tengo una cuchara, que se une al cuchillo, tenedor y cucharilla que compré. Mañana el más difícil todavía: me llevaré un plato. Robar a ricos no es pecado.

Los hijos de la grandísima puta de la playstation me han vuelto a joder el sueño despertándome a la 1:30, con playstation a todo trapo y para los que no les tocaba jugar veían videoclip de Shakira en sus ordenadores portátiles. Por cierto todo esto lo hacen en el salón comunal. Tienen una conversación que roza el analfabetismo y que reproduzco íntegra por su indudable interés antropológico:

- Eh, wey
- Una jugada sobresaliente wey
- Si, wey, notable
- Ji Ji Ji, wey, wey
- Wey
- Que gol wey
- El mejor gol del campeonato wey
- Wey
- Wey
- Wey

Sublime ¿eh?

Como empiezan las clases, la residencia se comienza llenar y también mi corredor, todo con más mierdecillas de 18 años. Ahora han venido nuevos hijos de puta, que se han incorporado sin problemas a las actividades nocturnas habituales. Ayer salí del cubículo y les dije “Me tengo que levantar a las 8. Hace lo que os de la gana hasta la hora que os de la gana pero NO metáis ruido”. A lo cual dejaron de radiar el partido en tiempo real pero mantuvieron el volumen de la playstation.

Ahora mismo barajo varias estrategias puras, con la posibilidad e aplicar alguna mixta:
1) Darles un par de hostias. La vida se lo agradecerá en el futuro.
2) Avisar a quien haya que avisar para que les llamen la atención
3) Pedir que me trasladen, aunque sea al jardín. No los aguanto más. Quiero poder leer un libro en mi cama sin oir Wey Wey Wey
4) Hacer una excursión para comprarme tapones de los oídos en una farmacia liberalizada de las que hay aquí.


Crónica de mi día (por llamarle algo):

Me levanto
Me como una fruta (chistes no)
Me voy al cubículo donde me tienen en régimen de aislamiento
Me tomo un capuccino
Me vuelvo a ir al cubículo
Me voy a comer: una milanesa o filete empanado, un pastelito, una manzana y un vaso de agua.
Me tomo un Mokaccino
Me voy al cubículo
Me tomo un capuccino
Me voy al cubículo
Me voy a comprar unas patatas fritas Ruflex onduladas normales
Me voy al cubículo
Todo el mundo se ha ido del cubículo
Me voy a la residencia
Llego a la residencia y están los hijos de puta de los niños de la playstation ya pegando gritos que se les oye a 100 metros.
Me cisco en la puta madre que los parió a todos. Parece que algún respeto me tienen, aunque sólo sea por la edad y las barbas.
Me como dos frutas y leche con zucaritas (los frostis versión mexicana)
Escribo este post
Me voy a la cama a las 10.
Me despiertan a la 1:30
Blasfemo
Blasfemo más, mucho más
Me levanto a echarles la bronca a los pequeños hijos de puta
Me vuelvo a dormir
Me despierto a las 5:30 por el jet lag.
Me duermo
Me levanto a las 8:00.
Acabo el post.

Me ha escrito la chiquita esta de México DF y me dice que tengo que estar cuatro días mínimo para ver algo. Si me ofreciera hospedaje sería un detallazo del copón y me vendría muy bien a efectos de seguridad (también monetarios). Pero no sé lo qué haré. El fulano que me va a ayudar (sic) viene pronto y me ha dicho que visite Puebla y el puebluuuu que vamos a trabajar mucho luego. Me parece bien. Mi única prioridad y preocupación en esta vida es la puta tesis. Cuando la acabe podré empezar a vivir y disfrutar de viajes y demás.

Mañana supongo que saldréis de baretos cabrones (y cabronas) por lo que ya me contaréis como van las evoluciones en el cambio de estrategia iniciado desde la vuelta del Maestro Jedi. Os aconsejo que abandonéis la Heineken y el trabanka. Y si hay que ir al Pintón, pues se va, joder. Que hay que decirlo todo. También contadme como va el duelo a muerte de Don Pablo con El Cuca, duro rival donde los haya en estas lides de caballeros y doncellas.

Nota. Este post se ha escrito sin drogas. Sólo tomando Zucaritas.